El beso negro es una práctica sexual que se ha popularizado mucho en la actualidad. Según avanza el tiempo, las personas buscan nuevas y mejores formas de estimulación durante la actividad sexual, tratando de conseguir más placer para su pareja y para sí mismos. En este sentido, el beso negro es una de las formas de estimulación que muchas personas utilizan para mejorar su vida sexual.
¿Quieres ser un experto sobre anilingus o beso negro? Si la respuesta es sí, sigue leyendo y encontrarás todo lo que necesitas saber.
¿Qué es un beso negro?
El placer anal va mucho más allá de la penetración y las personas están cada vez más interesadas en explorar este campo. El ano tiene muchas terminaciones nerviosas que al ser estimuladas pueden llevarte a ti o a tu pareja al orgasmo.
También conocido como beso de colibrí o beso polaco, el beso negro consiste sencillamente en estimular el ano de tu pareja mediante caricias con los labios o lengua. Su nombre (en inglés rimming, de rim, bordear o hacer el aro) se debe a que se enfoca en estimular los bordes del ano. Esto no quiere decir que solo se estimulen los bordes, ya que igualmente puedes lamer, besar, penetrar con la lengua, todo está permitido.
Aún existen personas que creen que esta práctica es solo para parejas homosexuales y se rehúsan a probarla. Sí, todavía hay quienes consideran este un tema tabú, pero vaya si se equivocan. Las sensaciones que provoca el beso negro son placenteras tanto para hombres como para mujeres y es una buena opción para aquellos que deseen ampliar su repertorio con el sexo anal.
¿Eres de los que siente curiosidad? ¿Quieres experimentar nuevas formas de placer? Veamos qué necesitas saber antes de adentrarnos en el cómo hacer un beso negro correctamente.
¿El beso negro es seguro?
Seguro te estás preguntando si es higiénico y seguro hacerlo. Es completamente normal que surja esta duda, pues hablamos del lugar por el que defecamos, pero no hay de que preocuparse. Siempre y cuando, tú y tu pareja se aseguren de mantener una limpieza adecuada de la zona, no habrá problema.
Eso sí, este punto es muy importante, ya que, en caso de no contar con una buena higiene antes y después, es posible entrar en contacto con bacterias como E. coli, C. difficile o salmonela. Es cierto que sería difícil que esta pequeña cantidad de bacterias constituyan un verdadero peligro o causen algún daño, pero siempre es mejor, y hasta más cómodo, limpiar bien allá abajo antes de tener contacto con la boca.
Tanta importancia tiene saber qué es un beso negro y cómo hacerlo, como hacerlo de manera segura.
Con respecto a este tema, hay una creencia popular de que es necesario un enema como parte de la preparación del ano para estas experiencias. En realidad, no es así, puedes hacerlo, pero no es necesario. Basta con lavar bien con agua y jabón.
También es recomendable mientras hagas o recibas un beso negro usar algún tipo de protección para la lengua: un preservativo, un protector de lengua o toallas de látex. Esto, por supuesto, para evitar contraer cualquier tipo de transmisión sexual (Hepatitis A, B o C, lombriz intestinal, herpes, gonorrea, VIH)
Ahora sí, podemos hablar de técnicas y consejos durante la práctica.
¿Cómo hacer el beso negro?
No existe una guía exacta que pueda decirte con certeza que es lo que más te gustará, pues todo dependerá de ti y de tu pareja. Deben mantener la comunicación en todo momento, nadie sabe que les gusta mejor que ustedes mismos. Experimenten juntos y no cierren sus mentes.
Teniendo esto claro, aquí tienes una lista de consejos útiles para una mejor experiencia con el anilingus:
Conócete:
Antes de pasar al beso negro con tu pareja, dedica tiempo a conocer y explorar tu cuerpo. Por supuesto, es imposible que practiques un beso anal por tu cuenta, pero puede resultar útil que realices caricias tú solo y te acostumbres a estimulaciones en esta zona. Además, así sabrás que tipo de roce te resulta más satisfactorio y podrás comunicarlo a tu pareja luego.
Ve despacio:
Como todo en el sexo, no es cuestión de rapidez sino de resistencia. Tómate tu tiempo para prepararte o preparar a tu pareja. Una buena idea es comenzar con sexo oral y poco a poco ir deslizando la lengua hacia el ano.
Las primeras caricias deben ser suaves y sutiles. Aunque se utilice solo la lengua, el ano es una zona muy sensible y es mejor ir despacio.
Sé cuidadoso:
Los mordiscos y la estimulación con uñas largas están completamente fuera de la mesa. Si tienes ortodoncia, trata de no exponerla cerca de los pliegues del ano durante el beso.
La lengua es tu mejor herramienta:
Úsala para masajear: realiza movimientos circulares con la punta de la lengua en el ano y en los alrededores.
Aquí ya no hay reglas, busca lo más placentero para ti y para tu pareja. Puedes centrarte en movimientos circulares o dar pequeños toques hacia arriba y hacia abajo. Una buena opción es realizar pequeñas penetraciones con la misma lengua.
No dejen de comunicarse:
Sí, volvemos a tocar este punto y es que es el más importante de todos. Habla con tu pareja, indícale qué te gusta y qué no. Escucha y déjate guiar por tu compañero. Una buena forma de saber si el que recibe está disfrutando es notar si el ano se dilata un poco y se relaja, esto es muy buena señal.
Por último, solo queda sugerir que se relajen y disfruten. No tengan miedo a explorar lo que aún no conocen. El primer paso para sentir placer es estar relajado. Busca y prueba a practicar el beso negro en distintas poses y con diferentes técnicas. Túmbate de espaldas o siéntate sobre la cara de tu pareja, el límite lo ponen ustedes.
El sexo ofrece muchas posibilidades para disfrutar y acercarte más a tu pareja. Además, puede resultar realmente divertido si sumamos un poco de creatividad. Son solo pros, ¿te animas?
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